Resumen realizado por el doctor Jesús Dapena, médico, psiquiatra y psicoanalista, a partir del texto “Impact of economic crises on mental Health”, de la Organización Mundial de la Salud 2011. Oficina Regional Europea.
Resumen
Se espera que la crisis económica produzca efectos secundarios en la Salud Mental, tales como incremento en la tasa de suicidio y muerte por consumo de alcohol. Sin embargo, efectos como esos puedan compensarse por el Bienestar Social y otras medidas políticas. Por ejemplo, por programas para el mercado laboral activo que lleven a ayudar a la gente a mantener y conseguir trabajos que tengan una acción contraria sobre la salud psíquica en el contexto de la crisis. Programas de apoyo familiar y el incremento de precios y la restricción para adquirir el alcohol puede reducir efectos nocivos sobre la salud mental y salvar muchas vidas. Programas para el alivio de las deudas puede ayudar a reducirlos también además del apoyo que pueda brindarse en cuidados primarios de salud accesibles y responsable para la población en riesgo y prevenir estos efectos deletéreos.
Prefacio
Es bien conocido que los problemas de Salud Mental se relacionan con la deprivación, la pobreza, la inequidad y otros determinantes socioeconómicos de la salud. Las crisis económicas son, por esta razón, generadoras, muchas veces de alto riesgo contra el bienestar mental de la población y afectan tanto a la gente como a sus familias.
La crisis económica que empezó en el 2007 ha continuado. Ela ha conducido a disminución de la actividad económica, con un aumento del desempleo, disminución de la canasta familiara y ha aumentado el número de personas que viven en la pobreza. El aumento de las deudas de las naciones ha forazado a los gobiernos a implementar cortes severos en el gasto público. Riesgos significativos se dan en el mundo económico y muchos países están encarando un período de austeridad en servicios de saludn y bienestar.
El foco en factores determinantes socioeconómicos por venir en las nuevas políticas de salud europeas, como Salud 2020, dan cuenta de estas nuevas circunstancias de vida. Ahí se señalan objetivos en salud que están influenciado por un rango de objetivos sociales que requieren acciones a treavés de muchos sectores. Esta noción es especialmente importantes en momentos de crisis económicas, porque acciones políticas en sectores distintos a los de la salud pueden corregir algunos de los efectos de la crisis sobre ella. Inversiones en servicios públicos, cruciales para el bienestar de la gente, pueden mejorar factores socioeconómicos en el campo de la salud, asociados a desigualdades. La respuesta integrada a través de políticas puede incluir servicios de salud accesibles, enfocados a dar respuesta en el ámbito de la atención primaria.
El folleto presentado por la oficina europea de la OMS presenta el conocimiento corriente acerca de cómo las quiebras afectan la Salud Mental y esquematiza algunos beneficios alcanzables, mediante acciones específicas que pudieran reducir el daño sobre la Salud Mental. Por tanto, ésta no debe considerarse de una forma aislada, puesto que las lecciones que dejan las crisis muestran que actividad económica y Salud Mental están interrelacionadas, nos dice Zsuzsana Jakab, quien ha sido Secretaria de Estado y Ministra de Salud y Asuntos Sociales y Familiares en Hungría y ahora es directora de la Oficina Regional Europea de la Organización Mundial de la Salud, con sede en Copenhage.
1. La salud mental crea capital mental. No hay salud sin salud mental.
La Salud Mental es indivisible de la Salud Pública y afecta significativamente el capital humano y socioeconómico de los países. La Salud Mental no es meramente la ausencia de trastornos mentales y sus síntomas sino que es también un recurso que apoya la totalidad del bienestar y de la productividad.
Una Salud Mental positiva es un estado de bienestar en el que el individuo desarrolla sus propias capacidades, puede lidiar con las tensiones de la vida cotidiana, puede ser productivo y fructífero y puede contribuir a mejorarse y hacerlo con la comunidad.
Una buena Salud Mental permite una flexibilidad tanto intelectual como emocional, que sea la base para logros sociales y suficiente capacidad de resiliencia para encarar las tensiones de la vida. Este capital mental es de importancia vital para el funcionamiento sano de familias y comunidades, en fin, de la sociedad misma.
Como sucede con los individuos, las sociedades pueden ser más o menos resistentes a los agentes estresantes como los que se dan en las crisis económicas. Los choques económicos pueden desestabilizar los servicios públicos y afectar la educación y los sistemas de salud. Sin embargo, datos útiles muestran que la legislación para proteger el Bienestar Social puede aumentar la resiliencia de las comunidades para lidiar con los choques económicos y mitigar sus efectos sobre la salud mental por motivos de desempleo y las consecuencias relacionadas con las tensiones ocasionadas por las quiebras económicas.
Por el contrario, cuando las crisis económicas pueden tener efectos en la Salud Mental, al ocasionar problemas con ella hay un aumento significativo de los efectos deletéreos de las crisis. Las consecuencias económicas de los problemas de salud mental -principalmente en la forma de pérdida de la productividad- pueden estimarse en un 3-4% del PIB en los países de la Unión Europea. Porque trastornos mentales severos que, a menuudo, empiezan en la adolescencia o en la adultez temprana, ocasionan una pérdida de productividad que puede durar largo tiempo., Los trastornos mentales cuentan más que un tercio de los años vividos con discapacidad en la región europea.
Los cambios de trabajo aumentan las demandas intelectuales y emocionales en el campo laboral. El ausentismo, el aislamiento del mercado laboral aumentan la tensión, la ansiedad y los trastornos depresivos. En muchos países europeos, cerca de un tercio de nuevos beneficios por incapacidad son atribuibles a condiciones de Salud Mental perturbada y esto tiende a aumentar.
Así, la Salud Mental es un importante factor económico. El cambio de una sociedad manufacturera a una sociedad de conocimientos enfatiza aún más la importancia de la salud mental para una productividad sostenidad. Una buena Salud Mental dentro de la población contribuye a la productividad económica, a la prosperidad y permite un crecimiento económico que es crucial para la sociedad.
El éxito en la recuperación de las economías europeas parece depender de una manera decisiva de la Salud Mental de la población.
En la región europea de la OMS, en el 2004, el porcentaje de contribución a las condiciones de salud con incapacidad en Salud Mental, eran de un 33%.
2. ¿Cómo podemos contribuir con la salud mental? La salud mental está determinada por factores ambientales y socioeconómicos.
Una crisis económica afecta los factores determinantes de la salud mental. Los factores protectores de ella se debilitan y los factores de riesgo aumentan.,
El empleo beneficia a la salud mental. La seguridad laboral, el sentido de control del trabajo y el apoyo social al trabajo son factores que promueven la salud mental de los empleados. El empleo estable y seguro aumenta el capital social y da un buen pronóstico a la salud mental. El capital social está en la calidad de las relaciones sociales dentro de las sociedades o las comunidades, que incluyen las redes comunitarias, el compromiso cívico, el sentido de pertenencia y las normas de cooperación y confianza.
Por el contrario, la pobreza, los problemas financieros, la deprivación social son factores de riesgo socioeconómico para problemas y trastornos de salud mental. En la mayoría de partes de la región europea, el consumo de alcohol está negativamente asociado con la salud mental de la población. El consumo de alcohol juega un papel considerable en el aumento de tasas de suicidio, especialmente en varones.
Los problemas de Salud Mental contribuyen significativamente a la inequidad en la región europea. Frecuencias relativamente altas de trastornos mentales están asociadas a una educación pobre, a desventajas materiales y a desempleo. El incremento en la inequidad del ingreso está también ligado a tasas altas de suicidio. La mayor vulnerabilidad de la gente en condiciones de desventaja en cada comunidad contribuye a la generación de problemas en salud mental y puede explicarse por factores como la vivencia de inseguridad, desamparo, educación pobre, desempleo, endeudamieno, aislamiento social y vivienda pobre.
Los fundamentos de la Salud Mental se dan en el embarazo, la infancia y la niñez. La abstinencia de alcohol, del uso de substancias y del tabaquismo durante la preñez promueve un sano comienzo de la vida. La negligencia en la protección de la población infantil y los eventos negativos en la vida alteran la Salud Mental. Sentirse respetado, valorado y apoyado, la alta calidad de la paternidad y la relación positiva con adultos significativos promueve la Salud Mental y la resiliencia. La Salud Mental ha de promoverse de una forma holística tanto en los preescolares como en los escolares al proveer oportunidades de aprendizaje social y emocional.
El sector salud no puede lograr la Salud Mental de una forma aislada. Los determinantes de ella están fuera de su propio campo y remiten al sistema de salud en general e implican distintos sectores de los Gobiernos que han de involucrarse en su promoción.
El capital social y la protección del bienestar son factores protectores ante factores de riesgo tales como la pobreza, la mala educación, la deprivación económica y el endeudamiento.
La salud prenatal y el ambiente para los niños son factores protectores contra riesgos determinados por la desnutrición prenatal, el abuso de substancias, partois prematuras, malas relaciones de pareja y transmisión integeneracional de problemas de salud mental.
Lugares de trabajo y vivienda sanos protegen del desempleo, de la inseguridad laboral y de las tensiones profesionales.
Estilos sanos de vida resguardan del abuso de substancias.
La inequidad social incrementa las tasas de suicidio como puede verse que ha sucedido en Bulgaria, Croacia y la República de Moldavia
3. ¿A quiénes golpeará la crisis? Es el pobre quien tiene los golpes más duros durante una crisis económica.
Las crisis económicas aumentan la pobreza en la región europea.; sacude a la gente con más bajos ingresos – y ella se empobrece aún más con el gasto doméstico – que se hace más duro, con incremento de su endeudameiento y juicios de lanzamiento de sus hogares.
Tales crisis aumentan la exclusión social de los grupos vulnerable, la gente con bajos ingresos y que viven más cerca de la línea de pobreza en la región europea. Esos grupos incluyen niños, jóvenes, familias monoparentales, desempleados, minorías étnicas, emigrantes y gente mayor. La presión económica influye sobre la salud mental de los padres, sobre la interacción conyugal, la parentalidad y termina por incidir sobre la Salud Mental de niños y adolescentes. Los efectos de la extrema pobreza en la infancia incluyen trastornos del desarrollo físico, cognitivo y emocional, con consecuencias sobre la salud y el bienestar por el resto de la vida.
Los gradientes sociales de la salud existen en Europa y hacen bajar la pendiente debido a pérdida de empleo e ingresos que afectan a la gente. Durante las recesiones, la inequidad social en salud puede ampliarse. Las personas menos educadas son entonces las que tienen mayor riesgo de enfermarse después de la pérdida del trabajo.
No es de sorprender, que investigaciones sustanciosas revelen que la gente que experimenta el desempleo, el empobrecimiento y caotización de sus familias tenga mayor riesgo de presentar problemas de salud mental, tales como la depresión, el abuso del alcohol y el suicidio, más que las contrapartes no afectadas. Especialmente en el caso de varones, quienes incrementan el riesgo de trastornos de salud mental y muerte por suicidio o abuso del alcohol durante épocas de adversidad económica. El desempelo contribuye a la depresión y el suicidio y la gente joven desempleada tiene mayor riesgo de adquirir problemas de salud mental que la gente que mantiene su empleo. La evidencia indica que debido a las dificultades financieras y el pago de la vivienda conduzca a la presentación de problemas en el sentido que venimos analizando.
Las crisis económicas aumentan la mortalidad ligada con problemas de salud mental. En la Unión Europea el aumento de las tasas nacionales de desempleo se asocian con incremento de las tasas de suicidio. En la Federación Rusa, el cambio social después de la disolución de la Unión Soviética en 1991 y el colapso del rublo en 1998 ha sido seguido por el aumento de muertes relacionadas con el alcohol. Asimismo. Grandes aumentos en el desempleo se han ligado con un 28% de aumento de muertes por uso de alcohol en la Unión Europea.
Se puede concluir que las crisis económicas son factores negativos que afectan la salud, en especial la mental. Las siguientes secciones esquematizan posibles medidas para mitigar los efectos sobre la salud mental de las crisis
4. ¿Cómo mitigar los efectos de las crisis?
Decisiones políticas determinan si la recesión económica afecte significativamente la emergencia de problemas de salud mental. Recientes datos sugieren que la labor de activar programas de mercado laboral, orientada a ayudar a la gente para que pueda mantener el empleo y obtenerlo pronto si llegara a perderlo, a la vez que reciba medidas de apoyo para sus familias, restricciones en la capacidad de conseguir alcohol, programas de ayuda para pago de deudas y acceso a servicios de Salud Mental puede ser efectiva en la prevención y mitigación de los efectos adversos de la recesión en la Salud Mental, al reducir los riesgos que implican el desempleo, la pobreza, los problemas de vivienda, la caotización de las familias y la dificultad de acceso a servicios públicos.
Las pérdidas económicas producen menores cambios en la Salud Mental de la población en paísese con fuertes redes de seguridad social. Datos europeos indican que la inequidad en salud no necesariamente se amplia durante una recesión en países con una buena protección social, bien formalizada. En Finlandia y Suecia, durante un período de profunda recesión económiica y con gran incremento del desempleo y la inequidad, la salud permaneció ampliamente indemne y aún la tasa de suicidios disminuyó, porislbemente por causa de los beneficios sociales y los servicios que se daban con generosidad, que servían de tampón contra las preseiones sociales por encima de inequidad. Los hallazgos europeos tuvieron eco en los Estados Unidos de América donde pudo observarse que la tasas de suicidio aumentaron con las reducciones en el gasto social, con reducción del Estado de Bienestar. Datos de países de la Unión Europea indican que el desempleo no necesariamente incrementa el suicidio si se invierte en programas de bienes por encima de 190 dólares por persona por año., lo que no sucedía en países de Europa del Este, donde se daba una falencia en relación con los países del Oeste.
Así, los datos recogidos acerca de respuestas a la protección social son cruciales para mitigar los problemas de Salud Mental en tiempos de crisis económica. Los Gobiernos necesitan apuntan a lograr intervenciones de protección social dirigidas a las necesidades primarias entre la gente más vulnerable, proveerlas de cobertura, en especial entre las personas de menores ingresos a las que se ha de proveer apoyo familiar, para reducir los riesgos.
Un ejemlo se da en las tasas de suicidio en Suecia y España entre 1980 y el 2005. A principios de la década de 1990, Suecia padeció una severa crisis bancaria, lo que trajo como resultado un rápido incremento del desempleo pero las tasas de suicidio no se afactaron, cayendo aún más que en el período anterior. En contraste con la situación en España, donde se han dado múltiples crisis bancarias entre 1970 y 1980; allí, cuando las tasas de desempleo aumentaron también lo hicieron las de suicidio, que cayeron de igual manera cuando las de desempleo disminuyeron. Aunque son muchas las diferencias entre Suecia y España, un argumento es que un factor más diferenciador era la cantidad de recursos invertidos en protección social, como apoyos familiares, beneficios por deseampleo y servicios de cuidado de la salud
Las investigaciones sugieren que los efectos sobre la Salud Mental durante las crisis económicas dependen de la acción de cinco áreas clasves.
1. Programas de mercado laboral activo.
Tales programas tratan de mantener el empleo y reintegrar a los trabajadores a sus labores para reducir el efecto sobre la Salud Mental en tiempos de recesión. El promedio de la asociación observada en los países de la Unión Europea es de un 1% de aumento del desempleo aumenta en un 0.8% la tasa de suicidios. En los países de la Unión Europea, cada 100 dólores invertidos en la creación de programas de merecado laboral activo por año reducen el efecto de aumento de la tasa de desempleo de un 1% a una de suicidio de sólo 0.4%, siempre y cuando tales programas se oriente a mejorar los prospectos de hallazgo de empleos remunerados, entrenamiento en mercados laborales, programas especiales para la juventud en tránsito de la escuela al trabajo y programas de mercado laboral que proveean y promocionen el empleo entre las gente sin él o en personas con discapacidades.
Estos programas incluyen la creación de una mayor resiliencia y de promoción de la salud para gente desempleada. Estudios europeos indican que tales programass, proveen grupos de apoyo psicológico para los desemplados y promoción tanto de programas de Salud Mental como incremento de las tasas de reempleo. Las evaluaciones costo/beneficio de tales intervenciones han reportado mayores seguros para los proveedores del sector de bienestar social y los empleadores de tal manera que se logre un incremento de las tasas de empleo, mayores ganancias y se procuren menos cambios de trabajo.
2. Programas de apoyo a familias.
Las mujeres y los niños sienten los efectos de la crisis económica. Las familias con bajos ingreso son especialmente propensas a tener recortes en la salud y la educación. Las tensiones en el grupo familiar pueden llevar a un aumento de la violencia dentro de él o a la negligencia con los niños.
En los países de la Unión Europea, cada 100 dólares gastados por persona en apoyo familiar redujeron el efecto del desempleo en la tasa de suicidio en un 0.2%. El apoyo a las familias incluye el soporte para los costos de los niños y otras personas dependientes tanto como un apoyo para los padres.
3. Atención primaria para la gente con alto riesgo de presentar trastornos de Salud Mental.
La mejor respuesta de los servicios de salud a los cambios de la gente desde lo social, el empleo y la estatus del ingreso y la detección precoz de trastorns de salud mental, de ideación suicida, de duro incremento en la bebida reducirá los efectos de la recesión. Reunirse para hacer cambios en los programas de salud mental en épocas de crisis económicas requiere no sólo proteger el gasto en servicios de salud mental sino reestructurar estos servicios para atender las necesidades de la población. Servicios de Salud Mental bien desarrolados y basados en lo comunitario reduce suicidios. El acercamiento al cuidado primario aumenta el acceso a los cuidados de Salud Mental y cambia el foco de los problemas de prevención, cuando pueden detectarse de una forma temprana. Las crisis económicas pueden crear situaciones de urgencia y piden que se refuerce la demandand de valor para eliminar problemas fundamentales en un cuidado de salud principalmente hospitalario, con el fin de reducir la inequidad en salud.
Los servicios de Salud Mental deben modificar sus servicios y adaptarlos a las necesidades de la población, que tienen su origen en las crisis económicas. Se debe proveer de apoyo psicológico en lso servicios de salud que pueda modificar los efectos del desempleo y el endeudamiento. Ayudar a instrumenta para un buen manejo de lo psíquico puede ser benéfico en tiempos duros. Promover las capacidades de resolución de problemas puede proteger contra la depresión y la conducta suicida. Los bebedores duros se beneficiaran de dispositivos de intervenciones breves en atención primaria.
4. Programas de alivio de las deudas.
La Nación debe mejorar la legistlación y crear programas de alivio del endeudamiento que puedan ayudar a reducir los efectos sobre la Salud Mental de las crisis económicas. Tales proyectos ayudan a la gente que sufre de estrés por su excesivo endeudamiento. Dispositivos para deudas individuales pueden mejorar la situación financiera y mejorar la Salud Mental.
5. ¿Cómo mantener los sistemas de salud mental en las crisis económicas?
Los problemas de Salud Mental, las juergas alcohólicas, el suicidio y (en muchos países) las muertes relacionadas con consumo de alcohol tienden a incrementarse durante las debacles económicas y crean una necesidad en los gobiernos de mejorar las acciones en Salud Mental.
Muchos países de la región europea están encarando la presión de la comunidad financiera internacional para reducir los presupuestos en salud y bienestar, a pesar de una necesidad incrementada, ya que la Salud Mental es un punto de choque que se relaciona con dichos recortes presupuestales y, como es usual, falta una fuerte defensa por parte de las bases para oponerse a ello, tanto como en relación con las enfermedades físicas.
La evidencia de pasadas crisis económicas predice que es lo que ocurre con los declives económicos. A pesar de una presión incrementada por la necesidad de Servicios de Salud Mental, el gasto gubernamental en salud será recortado y probablemente habrá una caída en términos reales, que contribuirán a empeorar los resultados. El ingreso doméstico para pagar servicios de salud caerá. La seguridad y la protección declinarán. La gente tendrá que sacar de su bolsillo para reducir el costo de los servicios: en algunos países, ello significa cambiar del sector público al privado. En países sin servicios sin servicios integrales fundados en tasas o en aseguramiento en salud, la gente que necesita servicios de salud, la mayoría tendrá menos acceso a ellos por causa de los costos. La impresión de conjunto es que los efectos sobre la salud del declive económico serán menos pronunciados en países con mejores redes de seguridad social.
6. Abordaje del estigma de la enfermedad mental.
Una razón para la aparente baja de fondos como prioridad y de la despreocupación por la enfermedad mental es el alto nivel de estigmatización asociada con los problemas de Salud Mental. Contrarrestar este estigma y discriminación es uno de los puntos más críticos para mejorar la Salud Mental en Europa, porque este estigma puede estar influenciado por la buena voluntad de los hacedores de la política pública para invertir en ella. En pasados informes de algunos países se ha indicado que a la Salud Mental se le puede dar baja prioridad en términos de salvaguardar servicios en cuanto al recorte de presupuestos. Aunque las campañas contra la estigmatización por la población general muestra efectos modestos, inversiones en Salud Mental pueden ser más efectivas.
7. Contribuir a invertir en salud mental.
La demostración de que la inversión en Salud Mental tiene beneficios económicos puede ayudar a persuadir a los gobiernos a hacerlo. Invertir en acciones de Salud Mental, tanto dentro como por fuera del Sector de Cuidados para la Salud, proveer recursos y oportunidades para reducir el riesgo de exclusión social y promover la integración social es importante. Es crucial tener en cuenta una perspectiva económica más amplia que la de contemplar el sistema de salud en sí y comuniar que la inversión en Salud Mental genera ahorros en otros sectores. A pesar de la disponibilida de las intervenciones de costo/beneficio puedan mitigar o prevenir muchos de los efectos de una Salud Mental pobre, la priorida que reciba en la mayoría de los sistemas de salud tiene consecuencias que pueden ir muy lejos.
8. Continuar las reformas en salud mental.
Debido a las restricciones financieras, los Gobiernos tendrán inevitablemente que revisar sus servicios de bienestar. Es importante que los cambios que se impongan para el apoyo a la Agenda de Salud Mental para la Región Europa de desinstituciónalización y reforzamiento del trabajo primario. El incremento de eficiencia en los servicios podría ir de la mano del desarrollo de servicios modernos de Salud Mental. Incentivos financieros se necesitan para apoyar la provisión de un cuidado de alta calidad y el uso de recursos óptimos, ligado con fundación de sistemas de acreditación y asesoría a las ejecuciones provisorias para desarrollar servicios.
9. Asegurar el universalismo en servicios de salud mental.
En tiempos difíciles desde el punto de vista económico, el acceso a redes de seguridad social básica es una prioridad importante. La cobertura universal de servicios en Salud Mental es una piedra angular para reducir los efectos de la crisis y es como puede disminuirse la inequidad social en salud.
10. Conclusiones.
Los efctos de la crisis económica actual en la Salud Mental permite una oportunidad para reforzar políticas que podrían no sólo mitigar el impacto de la recesión en muertes y daños sucitados por actos suicidas y los trastornos de abuso del alcohol sino también reducir los daños a la Salud Mental y los trastornos de abuso de alcohol en cualquier ciclo económico. Hay poderosos argumentos de Salud Pública para defender la protección social, programas activos de mercados laborales, apoyo a las familias, alivio de endeudamientos y una efectiva política respecto al alcohol y el presente declive económico refuerza estos argumentos.
Los Gobiernos deberían considerar la reorientación de presupuesto para proteger la población ahora y en el futuro presupuestar medidas para que la gente pueda mantener su empleo y ayudar a aquellos que han perdido sus trabajos, lo cual tiene en sus familias efectos negativos por causa del desempleo, de tal modo que habría que buscar formas que el parado pueda recuperar su trabajo de una forma rápida.
Los Gobiernos deberían considrar el reforzamiento de su políticas con respecto al alcohol, en particular elevar el precio de éste o introducir un precio mínimo. Tal política podría tener el efecto particular de reducir los daños por el riesgo de los patrones duros de ingesta alcohólica.
Los servicios de Salud Mental cubrirían las necesidades y se continuarían esfuerzos para desarrollar cuidados universales en Salud Mental y el apoyo de incentivos financieros para una buena calidad en los servicios comunitarios.